– Reorganice los espacios en los que pase buena parte de su tiempo de modo que la colocación del mobiliario facilite la limpieza y evite que se amontone el polvo. Si es posible, retire alfombras, estanterías y elementos decorativos.
– Recoloque en vitrinas o armarios bien cerrados todos aquellos elementos que son proclives a retener polvo: peluches, libros, figuras decorativas, etc.
– Instale deshumidificadores para reducir el nivel de humedad de las estancias.