"Antes pasábamos meses sin ver casos de microcefalia y de pronto comenzaron a llegar casos todos los días. Nos preguntábamos, ¿qué está sucediendo?".
"Cuando los bebés nacen los médicos miden el perímetro encefálico, la medida del contorno de la cabeza del bebé en su parte mayor", explicó Rocha.
"Consideramos microcefalia un perímetro igual o menor de 33 cm. Lo normal para un bebé es entre 34 y 37 cm, dependiendo de en qué semana de gestación nace".
"También pedimos una tomografía y un análisis de sangre. Cuando ocurre un proceso de infección, que es lo que sospechamos, entre el primer y cuarto mes de embarazo, el agente que causa la infección provoca un proceso inflamatorio que deja cicatrices en el cerebro del bebé", añadió la pediatra.
"Esas áreas están muertas, calcificadas, el cerebro no logra crecer bien sino en forma desorganizada y aparecen otros problemas en su estructura".
Tratamiento por vida
El virus del zika es endémico del oeste de África y tiene síntomas parecidos al dengue o el chikunguña, pero hasta ahora era considerado menos grave, por lo que su notificación no es obligatoria en Brasil.
Las madres pueden no presentar casi ningún síntoma, aclara Rocha, pero eso no impide que la infección perjudique al bebé.
Rocha le dijo a BBC Brasil que se están viendo muchos bebés con "cabezas pequeñas, de 27, 28 o 29 cm".
Cada recién nacido será afectado en forma diferente, pero estos niños "necesitarán ser tratados por neurólogos toda su vida".
Algunos mostrarán secuelas menores, pero "también puede haber consecuencias graves, como no hablar, no caminar o presentar alteraciones en todo el desarrollo psicomotor", precisó Rocha.